lunes, 29 de agosto de 2011

Sol

Hace apenas 4 años me sentaba en tu despacho frente a dos rostros desconocidos. Junto a mi madre.
Yo, aún estaba aturdida por aquel encuentro. Y empezaron las preguntas, una detrás de otra mientras vuestros bolígrafos escribían aquellas palabras que escupía una adolescente desagradecida y perdida en un mundo oscuro. Que ella construyó.
Iban pasando los días, los meses y las sesiones, y las preguntas haciéndose cada vez más complicadas. De responder claro.
Pasó de ser un tormento a un alivio, y poco a poco ese mundo tenebroso fue hallando la claridad, la salida a la puesta del sol. En cada amanecer.
Y sucedió así porque confiabais en mi, cuando yo no me fiaba ni de mi sombra. Ayudándome a dar pasos diminutos que poco a poco se convertirían en gigantes pasos. Me alegra saber que después de todo, después de este largo camino estáis orgullosas de mi, y yo también lo estoy. Mucho, muchísimo.
He aprendido que todo puedo, todo quiero y puedo. Y lo he conseguido, no ha sido fácil pero habéis sabido guiarme, tratarme y apreciarme.
Se me empañan los ojos cuando escucho y apunto en mi memoria esas palabras bonitas que son para satisfacerme si no para recompensarme. Y me hace tremendamente feliz saber que alguien valora este esfuerzo, que alguien ve este cambio y que alguien sabe que soy capaz de todo.
me agrada saber que estás ahí que siempre lo estarás y que estás orgullosa de mi, que me conoces y me has visto luchar, llorar, sentir, temer, sonreir y cambiar mi vida en segundo , en minutos mi look, en años mi forma de vivir y de ver la vida.

Y ahora que miro todo desde lejos, camino hacía el pasado y agradezco cada hora, que a veces se hacían más largas de lo habitual , ese apoyo que era un castigo al principio, y que me ha ido alentando hasta poder hacerlo por mi misma, esa sinceridad y ese hacerme entrar en razón que me han hecho comprender que no siempre es correcto todo aquello que hago o pienso, que no es justo y sobre todo a saber ser, a inculcarme ciertos valores y a no hacerme sentir víctima de todo, a comprender que a veces las cosas nos pasan porque nosotros dejamos que pasen. Si , aunque cueste reconocerlo es la pura verdad.

Gracias Sol por abrir luz en mi camino . Gracias .

jueves, 11 de agosto de 2011

pafois je deviens folle

A veces todos nos mentimos un poco. Odio mentirme .
No estoy orgullosa de lo que hago, pero a veces es necesario. No habrá próxima vez.

A veces la realidad supera a la ficción, otras está más allá de mis límites . Y no siempre se puede cruzar la barrera .

Si últimamente no tuviese tantas preocupaciones habría vivido más, ese es siempre el consejo que me dan. Vive, deja de pensar. Me asombra lo efímeras que parecen esas palabras en bocas de otros, lo fácil que suena, lo sencillo que parece.
A veces tenemos tantas cosas de las que preocuparnos, que no nos queda tiempo para vivir lo verdaderamente preocupante de la vida.
Necesito un cambio. Lo pido a gritos, lo siento.

A las 3 de la madrugada solo me apetecen unas magdalenas y un pitillo en el  balcón, me gustan esos momentos de pensar . Me gusta escuchar mis pensamientos, me gusta sentir mis dudas, mis miedos y reírme de ellos. Me gusta la vida hasta en los momentos que no me encuentro, que no me hallo . Aunque sepa amarga en el fondo es dulce, lo más dulce que jamás me llevé a la boca.

Y lo hago, lo hago porque me apetece, porque así es Livia, no tiene más. Da igual hacer ruido, da igual que huela el humo, da igual que el sueño no llegue . Siempre quedará compartir la oscuridad nocturna entre mi soledad y yo.

Siempre supe que los sueños, sueños son, pero adoro soñar.
Lo que hoy no puedo hacer, pero que algún día haré. Aunque sólo sea en sueños, lo haré.

Nadie lo entiende es una locura, que dura y dura.