martes, 28 de febrero de 2012

Mamá

Olvidas algo, lo olvidas con todas tus fuerzas haciendo un esfuerzo enorme para no acordarte, dejando así la estúpida esperanza de tener una razón para volver. Mamá siempre tendrá la puerta abierta aunque pasen mil años, mientras tus dientes se cepillan te preguntas cuándo volverás a casa sin saber que te irás de nuevo. Te habitúas de nuevo a esta vaga costumbre que durante años ha sido tu vida, y de un día para otro y sin saber cómo has hecho de tu rutina otra costumbre en otro lugar. El simple echo de estar en el sofá viendo cualquier cosa en la tele y que se escuche una voz grave haciendo de las suyas, unos pocos gritos de mamá al subirse el gato en el sofá, y yo riéndome como nunca y sintiendo esa felicidad tan nuestra por completo, aunque fugaz.
Un abrazo y un beso de hermano en la oscuridad, un consejo cálido que cumpliré al pie de la letra. Porque han sido necesarios años, pero comprendí por fin lo que día tras día estuvieron repitiéndome, y que la vida me ha mostrado con el paso del tiempo; la familia es lo más importante. Aunque parezca una frase del Padrino, lo único que prevalece. Quién si no ellos. Nadie. Y esa nostalgia que te rodea sobre todo a la hora de irte, ese vacío que dejas, que te llevas contigo, hace eco en este silencio de miradas, que se quedan apenadas. Aunque sus vidas en unas horas sigan adelante porque tu ya te has ido y por más que te pares a pensar, seguramente nunca más vuelvas a casa de mamá para quedarte , y él seguramente menos aún . Pero ella siempre estará allí, siempre.
Desviviéndose por nosotros como si fuéramos su más valioso tesoro y todos los días tuviera que pulir, desbocándose porque seamos el bonito y limpio y más todo de los todos, aunque ella no tenga nada, que nosotros tengamos todo.
Olvídate lo que quieras, olvida que la nostalgia aumenta y frena esos pensamientos tristes, pero nunca olvides que a tu lado tienes diamantes del tamaño de un corazón gigante.

martes, 14 de febrero de 2012

Los lunes al sol

Y que mas dará el antes y el después, si estamos en ahora, me dije ayer mientras no podía conciliar el sueño. A veces encontrarse con uno mismo resulta complicado,sobre todo cuando esos desayunos son sumamente fugaces, o las noches transcurren rodeada de gente. Es entonces cuando esos instantes de soledad acompañada de una cerveza y un pitillo en la boca se valoran mas. Siempre tengo esa sensación de nostalgia que se da cuando me asomo a mi ventana, cuando la noche envuelve mi mirada y viendo el tiempo pasar en las luces que se apagan doy al fin con esa tranquilidad absoluta que aquí no hallo. Cuento los tic tac que sonaran hasta adentrarme de nuevo en el contraste que provoca la luna en la obscuridad mas absoluta de las noches mas frías y vacías que dan vida a mi utopia. Y de nuevo vuelves a verte en el espejo, vuelves a creer en tus palabras, a pronunciarlas después de un largo tiempo. Y entonces te dices a ti misma como ha sido posible que hayas dejado de ser tu, como es posible que hayas limitado tu existencia a absurdos pensamientos contradictorios que han ido engañandote una y otra vez mientras eras incapaz de concebir una realidad Solida en la que has creído firmemente. La estupidez humana es la única respuesta que puede dar explicación alguna a dicho error fraudulento. En el que has estado sumergida sumisamente.
Y es ahora cuando de nuevo regresa esa sensación incomoda a la hora que termina el sexo y tienes que irte a dormir, tratando de encontrarte con ese sueño que mece tu desvelo contandote todas las veces que ya paso. Seguramente logre de nuevo conciliarlo, seguramente, pero hasta entonces dejarme el disfrute que provoca saber que aun no ha llegado.
Tus pensamientos ya no están atados a la preocupación que muchas veces estos sienten, ya no hallas mas dudas oscilando que aquellas mediante su existencialismo invaden a tu ser, a veces. Solo a veces. Y mañana volverás a pisar esas calles que transitan un calor inaudito al posar tus pies en ellas. Volverás a levantar la persiana para descubrir un nuevo cielo que se evapora por instantes, que cambia y se modifica a su antojo según quiera mostrarte. Mientras tus ojos se adaptan a la claridad te retorcerás de lado a lado acariciando a bolita, hasta que te cargues de energía y pegues un salto a la cocina, deseando que quede café hecho y que haya mantequilla de la que mama compra. Cuando todo este listo la lavadora te hará hueco para sosteneros, para ver como te fumas esa trayectoria que llevan las nubes, si esque las hay.
Tras ello la vida podrá continuar su curso pero mientras tanto solo quiero detener ese tic tac que rige nuestras vidas para dar cavidad a mi paciencia haciendo de estos instantes la eternidad.


Y los martes casi que también.

jueves, 9 de febrero de 2012

I´m back

Cuando dedicas a tu pensamiento el suficiente tiempo para hacerlo funcionar, este responde de tal modo que sentirte patética no es nada con lo que se cuece en tu interior. Una bomba de relojería apunto de estallar , hasta que no estás en los últimos instantes ni siquiera eres consciente de ello, y te dejas llevar.
Ante un error pienso,no volveré a hacerlo, pero inconscientemente se repite, como si fuera novata en esto. Pero ahora ya no, la frialdad se apoderará de mi pero las equivocaciones ya no tropezarán conmigo.
Hay cosas que ya no me sorprenden , otras que se repiten , y siempre hay algo que nunca esperas.



La cuestión  es dedicarnos el suficiente tiempo, las suficientes noches en vela, y las mañanas reconstruyendo con la resaca atada a las patas de la cama. Unos instantes de silencio, de tranquilidad unas conversaciones internas que duran hasta que todo se deshila, hasta que la última telaraña se vence y dejas de sentirte atrapada. Poniéndote los puntos sobre las íes. Tratando de no engañarte más, volviendo de nuevo a ser tú. El reloj te mira y te dice - ya era hora - .

-Hoy va ser un gran día .
-Me alegra que vuelvas a decir eso todos los días.

lunes, 6 de febrero de 2012

Une fille à montmartre

Despiertas desorientada mientras tus pasos rechinan en el pasillo hasta encontrarte con tu café ya  listo junto con sus ricas tostadas . El balcón te acoge esta mañana fría, la silla antigua de metal te invita a sentarte, mientras el mundo gira . A tu al rededor tienes París, y si hace frío , pero quién piensa en ello cuando la felicidad te abraza.

Y la vida sigue su curso, caminantes suben y bajan del metro, mientras la música hace eco por sus pasillos, y a la salida un mundo nuevo llama a la puerta, pero ellos siguen caminando , siguen ciegos . Bailar mientras haces volar las hojas del otoño. Con la sonrisa pegada a la cara trascurre mi viaje , el cansancio es sólo un complemento, es tan sólo el fruto del camino, del largo camino que nace en las calles de París. Un bar , una cerveza, cara, y un lápiz, quizá fuera el frío que me pidió a gritos un refugio, o los zapatos un respiro. Quizá fue la inspiración que quiso venir conmigo .
Y al atardecer temprano una lata de cerveza es suficiente, en algún lago, o parque, para compartir palabras contigo, para abrir el corazón y enseñárselo a todas las hojas que mecen su muerte en el aire , mientras el otoño las vence.
De aquí a allí, sumergiéndote en lo más insólito de su corazón, en las calles bohemias, en los lugares de encanto, y en un mundo de ensueño del que nunca querrías volver.
Las aceras desnudas te incitan a recorrerlas , a acariciarlas , a cuidar cada paso, a ir despacio frente a esa muchedumbre acelerada, y paras una y otra vez , recorres sus escondites,sobre todo los más inauditos . Mientras el mundo pasa inadvertido a ojos de quienes recorren obcecados sus lugares .
La despedida será dura, después de casi cuatro años ha resultado efímera  la cita, pero siempre merece la pena . El único amor de mi vida, ese que nunca olvidas, que siempre te espera y nunca se marcha .París.


Cualquier lugar es bueno para sentarte y pensar, que cuando llegues a casa hay más de una vida esperándote, más de un camino desviado que se aleja de este de ensueño . La vuelta a la realidad siempre es dura.Pero más aún lo es no saber en que realidad queremos vivir.

Y después de un largo ocho de kilómetros, llegar al principio se hace corto. La vida dura poco, y no parafrasearé con tópicos, sencillamente el pensar todo lo que queda por hacer me pone los pelos de punta. Que poco tiempo tenemos, mejor dicho que poco vivimos el tiempo que nos dan. Siempre pensando en mañana o en ayer, y si sigue sonando a tópico , y lo és. Será que por ello lo pasamos por alto, como el resto de cosas que suceden a nuestro al rededor .
Y quién sabe mañana, de verdad queremos seguir haciendo planes, queremos limitarnos por un simple reloj, por un calendario que marca nuestras pautas, por qué no nos replanteamos todo y nos dejamos de restricciones , dejemos de medirnos en el tic tac .

Dejémonos de absurdos protocolos.



Si , no puedo engañarme, París siempre ha sido el sueño de mi vida, siempre a acompañado al futuro, pero cuando paras en seco, cuando fríamente piensas en el, deduces que es lo más absurdo que habías mantenido vivo en ti. La vida, va viene, te lleva,  te recoge, y mientras aún conservas la estúpida idea de hacer planes con ella. No te mientas, no lo harás , esa vida de Bobo´s no te pertenece, dudo que halla parada en la capital del romanticismo, dudo muchas cosas , porque vivir de esperanzas es la incoherencia más insensata que jamás has tenido.
Los impulsos son el futuro, pues del mañana no hay certeza científica, ni alguna otra.

Tus pasos se han convertido en sigilos, ya no hay madera sobre la que rechinar, pero las tostadas y el café siguen sabiendo igual de ricas. Será que es lo que te apetece cada mañana.
Dentro de veinte años te cuento, que desayunaré entonces, hasta entonces dejémonos llevar por la trayectoria que sigan las nubes, por ejemplo.