martes, 14 de febrero de 2012

Los lunes al sol

Y que mas dará el antes y el después, si estamos en ahora, me dije ayer mientras no podía conciliar el sueño. A veces encontrarse con uno mismo resulta complicado,sobre todo cuando esos desayunos son sumamente fugaces, o las noches transcurren rodeada de gente. Es entonces cuando esos instantes de soledad acompañada de una cerveza y un pitillo en la boca se valoran mas. Siempre tengo esa sensación de nostalgia que se da cuando me asomo a mi ventana, cuando la noche envuelve mi mirada y viendo el tiempo pasar en las luces que se apagan doy al fin con esa tranquilidad absoluta que aquí no hallo. Cuento los tic tac que sonaran hasta adentrarme de nuevo en el contraste que provoca la luna en la obscuridad mas absoluta de las noches mas frías y vacías que dan vida a mi utopia. Y de nuevo vuelves a verte en el espejo, vuelves a creer en tus palabras, a pronunciarlas después de un largo tiempo. Y entonces te dices a ti misma como ha sido posible que hayas dejado de ser tu, como es posible que hayas limitado tu existencia a absurdos pensamientos contradictorios que han ido engañandote una y otra vez mientras eras incapaz de concebir una realidad Solida en la que has creído firmemente. La estupidez humana es la única respuesta que puede dar explicación alguna a dicho error fraudulento. En el que has estado sumergida sumisamente.
Y es ahora cuando de nuevo regresa esa sensación incomoda a la hora que termina el sexo y tienes que irte a dormir, tratando de encontrarte con ese sueño que mece tu desvelo contandote todas las veces que ya paso. Seguramente logre de nuevo conciliarlo, seguramente, pero hasta entonces dejarme el disfrute que provoca saber que aun no ha llegado.
Tus pensamientos ya no están atados a la preocupación que muchas veces estos sienten, ya no hallas mas dudas oscilando que aquellas mediante su existencialismo invaden a tu ser, a veces. Solo a veces. Y mañana volverás a pisar esas calles que transitan un calor inaudito al posar tus pies en ellas. Volverás a levantar la persiana para descubrir un nuevo cielo que se evapora por instantes, que cambia y se modifica a su antojo según quiera mostrarte. Mientras tus ojos se adaptan a la claridad te retorcerás de lado a lado acariciando a bolita, hasta que te cargues de energía y pegues un salto a la cocina, deseando que quede café hecho y que haya mantequilla de la que mama compra. Cuando todo este listo la lavadora te hará hueco para sosteneros, para ver como te fumas esa trayectoria que llevan las nubes, si esque las hay.
Tras ello la vida podrá continuar su curso pero mientras tanto solo quiero detener ese tic tac que rige nuestras vidas para dar cavidad a mi paciencia haciendo de estos instantes la eternidad.


Y los martes casi que también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario