jueves, 17 de noviembre de 2011

Espero que fumes, necesitarás un cigarrillo

Si , tienes razón debería dejarlo estar .

Sabes esos días en los que nada más poner los pies sobre el suelo al despertarte ya sabes que  todo irá mal . Es entonces pasados unos instantes cuando te das cuenta de que el primer pie que pusiste sobre la alfombra fue el izquierdo. Y el resto ya sale solo .
No importa entonces lo que hagas para remediarlo , porque es cosa del destino . Hoy no quiere ser tu amigo.
Querida , esos días solo puedes hacer dos cosas , tomartelo con calma o acostarte esperando que se haga pronto de día .


Tu mintiéndote a ti misma con el no me pasa nada , tan solo necesito otra calada. 








                  

                                                                                                                                                                                                                              Y cosas que nos agobien se reduzcan a pequeñas dosis y así tó muy bien.
Pero no importa , porque mañana te despertarás y todo irá bien .
Tomarás tu desayuno tranquila , muy tranquila , incluso demasiado tranquila y saldrás a la calle paseándote con tu bicicleta roja, sintiendo esa brisa sumamente fría de Granada en tu cara, mientras miras a tu alrededor. Y si , sigue siendo el mismo camino de siempre, el tiempo es lo que cambia la rutina, a veces se ve el sol brillar, otras las hojas cayendo de los árboles, otras los charcos mojar tus botas beige que tanto te gustan.
La vida sigue siendo maravillosa .
Y vuelves a casa, a tu nuevo hogar, con tu nueva familia, y como en todas las casas hay problemas, pero no importa , nunca importa porque sólo locos y dioses conocen el secreto de sacar la alegría de la agonía. Y no es que estés loca, ni seas una diosa, es que ya tienes experiencia en sacar sonrisas .

Hay veces que el destino juega con nosotros, que nos deja señales para que interpretemos el camino que queramos, para que elijamos hacia dónde queremos caminar. Otras veces es más complicado .A veces no puedes elegir , y otras no sabes que escoger ,pero siempre estamos destinado a hacerlo .
Pero sigo echando de menos esas noches de tranquilidad, mucha tranquilidad incluso diría que demasiada . Aquellas en las que la luna me acunaba frente al mar, junto a mi ventana, sumergida en mi mundo , tapándome con las caricias que las estrellas propiciaban a mis desvelos nocturnos. El gato ronroneaba , se acercaba y alejaba a su antojo de mi , de mi cama, y ahora de mis días. Esa paz que es difícil , muy difícil de conseguir.
Ahora estoy atada a ver vías de tren, mientras estos pasan sobre ellas velozmente o lentamente, se paran o siguen , incluso a veces , a ciertas horas dejan de verse . A su alrededor un muro cerca el camino  recubierto con hojas y las de los árboles cayéndose en ésta época del año .El ruido que provoca el viento andaluz sobre las ramas sacudiéndolas fuertemente , el bicho que nunca calla, y algún coche atrevido se aventura a pasear a estas horas.
Y el tiempo sigue su ritmo , aunque no mires el reloj, aunque hayas decidido que el tiempo ya no te preocupará más .Porque al final las agujas de un reloj no son más que simples barreras delimitándonos . El llegar tarde o pronto, aparecer o no, depender o todo lo contrario. Horarios, tareas, trabajos, agendas , al fin y al cabo preocupaciones. Que van aumentando según pasan los años . Condicionandonos a la hora de elegir, de caminar de encontrarnos con el destino o no . ¿ No sería magnifico un mundo sin tiempo?, sin granos de arena, ni cronómetros, temporizadores, en defenitiva sin toda la familia de relojes.  " El día que los relojes nos robaron el tiempo" .
No importa cuanto nos pase, ni los malos días , nisiquiera las rachas malas , esos días los borramos del calendario , aunque no del pasado ni del olvido, por eso el tiempo futuro sigue delimitándonos porque continuamos basándonos en lo que ya hemos vivido , pero nunca nos paramos a pensar en lo que nos queda por vivir. Porque siempre es más fácil aferrarse al pasado, a lo que ya conocemos que enfrentarse a un nuevo sendero.
Nunca vayas por el camino trazado , te conducirá hacia donde otros han ido ya.

Al final solo queda un reloj en tu muñeca que marca una hora cualquiera, esa que un día alguien estipuló. Está en nuestras manos hacerlos participes de nuestras vidas, estamos lo suficientemente capacitados para decir si queremos ser siervos del tiempo o fijar nuestra propia hora , nuestro propio reloj que determine cuando es pronto y cuando es tarde .



El tiempo es invisible a los ojos 


Pienso en el mar y busco mi calma, mi tiempo , ha llegado la hora . No importa donde estés siempre es tiempo de vivir.


Mientras el cigarrillo se consume.

No hay comentarios:

Publicar un comentario